QUE
ES LO QUE MAS INFLUYE, AFECTA O DEFINE LA FELICIDAD
Lo valioso de la vida, es
que es una sola, y es demasiado corta para desaprovecharla o para dejarse
arrastrar por las dificultades o problemas que podamos tener. Todas las
personas siempre están en busca de la felicidad, pero muchos, en su afán de ser
feliz, toman malas decisiones que lamentablemente los llevan a su propia
destrucción.
Resulta absurdo creer que la
felicidad nos bajará del cielo, o llegará a nuestra puerta en forma de dinero,
oportunidades, personas, etc., y que esto es lo que nos hará feliz. O tener la
creencia de que la felicidad depende de la situación económica en la que nos encontremos.
La realidad es que a pesar de ser un factor importante, no es el dinero el que
determina la felicidad humana, y tampoco puede dársele valor a una persona por
las cosas que tenga.
Considero que las cosas
materiales pueden generarnos comodidad, placer, poder, “autoridad”, entre otras
cosas, pero finalmente todas ellas son tan efímeras, que no se podría
condicionar a que la vida dependiera únicamente de eso.
Personalmente, considero que
la felicidad la encuentro cada día en el amor de mis padres, la compañía de mis
hermanos y amistades más cercanas, en la plenitud que siento cuando estoy cerca
de Dios y la paz que me da a pesar de las dificultades que pueda tener, y en el
apoyo incondicional mis pastores. Me
hace feliz, hacer lo que me apasiona y tener tiempos de calidad con mi
familia. Todo esto me lleva a ser una
persona más optimista y enérgica, y a tener confianza en mí misma para hacer
todas las cosas que me proponga.
Por otra parte, trato de
rodearme de personas con buena energía, alegres y positivas. Me generan apatía
aquellas personas que siempre ven el lado negro de las cosas, y que para todo
hay un pero. Pienso que la felicidad depende en gran parte de esto. Es
inevitable que una fruta dañada no contamine a otras que están sanas cuando se
encuentran juntas. Así como la alegría es contagiosa, la tristeza y el
negativismo también lo es. Cuando estoy rodeada de gente positiva, siento que
mi día es más placentero, reconfortante
e incluso más productivo.
También me alegra mucho
cuando puedo ayudar a otras personas. Tengo una amiga que vive en Arjona, y
cada vez que viene a mi casa me alegra mucho. Ella a pesar de sus limitaciones
económicas, siempre tiene una sonrisa en su rostro, y me hace feliz el poder brindarle
así sea un almuerzo, prestarle mi computadora si la necesita, entre otras
cosas, me alegra el corazón cuando puedo ayudarle en algo que ella necesita.
Del curso aprendí que ningún
problema es tan grande como para robarme la tranquilidad. Que las dificultades
siempre las tendremos, pero depende de mí, la perspectiva con que las mire:
como oportunidades de aprendizaje, crecimiento y desafíos, ó como situaciones
agobiantes que me hacen sentir frustrado,
incapaz e inútil. Aprendí que todo está en nuestro pensamiento, y que
somos nosotros mismos los únicos responsables de los frutos que recojamos, de
la actitud con que asumamos las cosas y la condición emocional en la que
decidamos estar. Como dice un dicho popular: “todo en la vida tiene solución, menos la muerte”.
Me gustó mucho del profesor
cuando nos enseñaba cada uno de los temas aplicando a experiencias personales,
pues, hacia que la clase fuera más amena y además, nos hace llevar la teoría
aprendida a la realidad que vivimos. También destaco el hecho de llevar
invitados que puedan socializar con nosotros su experiencia de vida, pues, son
bastante enriquecedoras estas charlas.
Sería bueno que las clases
fueran un poco más didácticas, pues, en ocasiones se tornaban un poco monótonas. Quizás con
actividades en donde se pueda socializar unos con otros sobre experiencias
relacionadas con el tema que se esté abordando, juegos didácticos que nos
lleven a un aprendizaje, etc.

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