miércoles, 12 de noviembre de 2014

REFLEXIONES SOBRE EL HOMOSEXUALISMO, EL MIEDOY LA MUERTE



 REFLEXIONES SOBRE EL HOMOSEXUALISMO, EL MIEDOY LA MUERTE


  El refrán popular dice que para mantener buenas amistades, no hay que hablar de sexo, ni de religión, ni de política. Sin embargo, sean conflictivos o no, es casi imposible evitar estos temas. En este ensayo, haré lo imperdonable, mezclaré sexo y muerte, y le agregaré un nuevo ingrediente que es el miedo, todo lo cual, mirado con un lente religioso me lleva a las reflexiones que plantearé a continuación.

No pretendo agotar en él todas las ideas o enfoques que a estos temas pueden darse, sino, que como ya lo expresé, lo haré desde una óptica de la ética, lo moral y religioso.
La sexualidad, para mí es una característica del ser humano en extremo sublime, que trae grandes beneficios en salud, bienestar, estabilidad emocional, y lo más importante, nos permite dar a luz a otros seres humanos para compartir sus vidas con nosotros.

Pero así como trae bendiciones a nuestras vidas si se usa inteligente y responsablemente, también es fuente de dolor, violencia, enfermedad y muerte, si se hace lo contrario. 

Desafortunadamente a través de la historia del hombre sobre la faz de la tierra, ha primado el desenfreno, la irresponsabilidad y la inmoralidad en el manejo de este tema, siendo nefastas sus consecuencias. Ha transgredido las normas morales impuestas por Dios en todas las formas posibles: bestialismo, pedofilia, acoso carnal abusivo, acceso carnal violento, homosexualismo, etc. A éste último quiero dedicarle unas cuantas reflexiones, por ser un tema que genera encendidas controversias entre sus detractores y sus defensores, no sólo entre los ciudadanos del común sino entre miembros del alto gobierno. 

Siempre he creído que la razón o inteligencia es para usarse de manera que favorezca nuestros intereses y necesidades, pero ¿qué decir del homosexualismo? Que es una forma irracional y que atenta contra la integridad física y moral de quienes lo practican, pues, a pesar de que actualmente se ha aprobado en el poder legislativo y en las altas cortes, no por ello deja de ser una conducta reprochable. 

Para justificar esta aberración  lo que sobran son argumentos, pero todos ellos van en contravía de los principios establecidos por el Divino legislador:  

Considero que el homosexualismo viola o rompe las más elementales normas de moralidad de una sociedad, es una relación contranatura, pues, si la sociedad se rigiera  por este tipo de relación, estaría condenada a desaparecer.

A los homosexuales se les han otorgado derechos como el de contraer nupcias y adoptar niños, todo lo cual en un abierto desconocimiento de las normas y estatutos divinos.
La rebeldía del hombre contra Dios ha llegado al extremo de prohibir en las universidades abordar o plantear argumentos apoyados en los preceptos del Creador, todo lo cual es una necedad.

¿Podrá acaso el ser humano ser mejor legislador que Dios o plantear más sensatos argumentos que ÉL? Definitivamente No. Hoy se habla con propiedad de un tercer sexo, cuando Génesis dice: “Varón y Hembra los creó”.  También registra la Biblia en Génesis la destrucción de Sodoma y Gomorra a causa del Homosexualismo, y comparado con la condición actual de nuestra sociedad a nivel global, la depravación e inmoralidad han aumentado. Esto por un lado, se debe a la maldad que caracteriza al ser humano y por otro, a la ignorancia en asuntos doctrinales que afecta no sólo a las clases populares sino a las autoridades legislativas del país. Considero que cualquier teoría debe someterse a las Escrituras y ser armonizadas con ellas.

Otro tema que a mi juicio genera controversia por la forma como cada quien lo asume, es la Muerte. Considero que a pesar de que el ser humano puede sentir temor, angustia, tristeza, o cualquier otro tipo de sentimiento al pensar en la muerte propia o de algún familiar cercano, creo que la Muerte es lo que le da significado y valor a la Existencia humana, es lo que le de valor a la vida que tenemos.

¿De que serviría la vida si la tuviéramos para siempre? Pienso que lo bello y significativo de la vida, es saber que algún día nos moriremos y para ese entonces ya todo habrá terminado y no habrá tiempo para pensar en aquello que quisimos ser o hacer. Este pequeño acontecimiento por el cual todas las personas en algún momento tendremos que pasar, es lo que nos hace ser mejores, buscar ser mejor persona, mejores hijos, mejores hermanos, mejores amigos, mejores padres (si lo somos) buscar mejores posibilidades todos los días, ser alguien en la vida.

Saber que la muerte es ajena a la edad, el sexo, el nivel socioeconómico, el estrato, etc., hace que tenga más conciencia de aprovechar el tiempo, valorar y demostrar el afecto que tenga hacia otras personas mientras estén con vida, (después de muertos, no tiene sentido),  vivir sanamente, tener una familia, disfrutar de aquellas cosas que me hacen feliz.
Por otra parte, el miedo, es un estado inherente en la naturaleza de las personas, y que por lo general, lo experimentamos cuando nos encontramos en situaciones de peligro, soledad, desánimo, angustia, o situaciones similares.

El miedo es un sentimiento puesto por Dios en el corazón del hombre para protegerse de los peligros que frecuentemente nos acechan. Si no experimentáramos miedo, muchas cosas fatales podrían sucedernos. Pero gracias a él, en la mayoría de los casos huimos o evadimos las personas, los animales o las cosas que pueden causarnos daño.  

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